Gracias a la tecnología, hoy en día es fácil para nosotros ver imágenes aéreas de nuestras ciudades y, cuando las observamos, vemos que en la mayoría de los casos predomina el color gris del asfalto y de los edificios. También vemos zonas verdes, pero no hay duda de que el tono que más destaca no es, por desgracia, el verde de parques y jardines.
En el resto de Europa las cosas son algo mejores. En los últimos años están proliferando las cubiertas verdes en los tejados de los edificios, impulsadas en muchos casos por asociaciones preocupadas por mejorar la calidad de vida en los núcleos urbanos.
La propia Unión Europea ánima a las ciudades a desarrollar este tipo de proyectos como herramienta en la lucha contra el cambio climático. En Alemania, por ejemplo, se calcula que el 10% de sus tejados están ya ocupados por cubiertas vegetales.
Más allá de una simple cuestión estética, las cubiertas vegetales son una inmejorable oportunidad para aumentar las zonas verdes de las ciudades, mejorar la calidad del aire que se respira y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de las personas que las habitan.
En muchas ciudades no es fácil encontrar terrenos libres dónde crear las tan necesarias zonas verdes. Sin embargo, la superficie total de tejados es casi tan grande como la propia ciudad y, a partir de ahí, las posibilidades son inmensas.
Posiblemente no todos los tejados o cubiertas de edificios puedan acoger una cubierta vegetal, pero sí la gran mayoría. De hecho, un reciente estudio realizado por el ayuntamiento de Barcelona dice que casi el 80% de los edificios de la ciudad podría albergar una instalación de este tipo.
Una cubierta vegetal consiste en una capa de vegetación, y otros materiales orgánicos, que se instala en el tejado o azotea de un edificio, aunque en realidad podría instalarse en cualquier zona que queramos.
Las cubiertas vegetales protegen los edificios sobre los que se ubican y ofrecen una serie de ventajas que hacen que se estén convirtiendo en una opción cada vez más popular en la construcción de viviendas o espacios de trabajo.
Cuando se instala sobre un tejado o azotea, la cubierta vegetal funciona como aislante térmico, ayuda a regular la temperatura interior del edificio y lo protege de los efectos y el desgaste producidos por el sol, viento, lluvia, nieve, etc. Es decir, que no solo embellece la construcción sino que protege su estructura y puede llegar incluso a revalorizar el edificio.
Es también un potente aliado para retener el agua de lluvia y reducir así la cantidad que acaba en el alcantarillado. El mismo estudio del ayuntamiento de Barcelona que citábamos anteriormente, ha demostrado que en zonas sin cubierta vegetal. el agua de lluvia llegaba en pocas horas a las aceras, mientras que, en las zonas con cubierta vegetal, el agua tardaba casi 1 día y medio en llegar al suelo. Además, el agua solo llegaba al suelo cuando la lluvia era superior a los 10 litros por metro cuadrado.
Salta a la vista, pues, que si esta idea se generaliza podría ayudar a evitar, o reducir en gran medida, el riesgo de inundaciones debido a los cada vez más numerosos episodios de lluvias torrenciales que padecemos.
Por otro lado, como es bien sabido, las plantas absorben el dióxido de carbono y otros contaminantes del aire que respiramos, ayudando de este manera a mejorar su calidad. Además, capturan el calor del sol y liberan agua en forma de vapor, lo que enfría el ambiente circundante. Estos factores contribuirían a bajar la temperatura en las ciudades y ayudarían en la lucha contra el efecto invernadero.
Las plantas actúan también como una barrera natural contra el ruido, absorbiéndolo y creando así un ambiente más silencioso y saludable en las habitualmente ruidosas zonas urbanas.
Otros beneficios nada desdeñables son que las cubiertas vegetales mejoran la estética y la belleza de los edificios, dando un toque de color y alegría a las ciudades y ayudando también a mejorar la biodiversidad, ya que proporcionan un hábitat para una gran variedad de plantas y animales.
Por último, es importante destacar que la instalación de una cubierta vegetal requiere de una empresa especializada. Es necesario realizar un estudio previo de la superficie dónde va a ir ubicada la cubierta, así como una correcta impermeabilización de esta, además de su posterior mantenimiento que, aunque mínimo, siempre será necesario para asegurar que la cubierta vegetal nos permita disfrutar de sus numerosos beneficios durante muchos años.
¿Quieres saber más sobre las cubiertas vegetales o sobre su instalación? Contacta con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.algunapara n